Fundamentación
Actividades
Recursos
Encuadre Teórico
Conceptualización

 

Denominación del proyecto

Relevamiento y caracterización de organizaciones no gubernamentales y voluntariado.

Responsables:

Fundamentación:

Atendiendo al importante desarrollo verificado en los últimos veinte años de las organizaciones de la sociedad civil , con fines públicos, identificadas cómo Organizaciones No Gubernamentales y su inserción en el campo de la Acción Social, se consideró relevante poder realizar la caracterización de las mismas a través de la realización de un censo.

Este proceso es convergente con las reformas estructurales en curso que están produciendo un cambio cuantitativo y cualitativo en el peso relativo y las modalidades de articulación entre Estado y mercado. Inmersos en las manifestaciones de una creciente frag­mentación social y una diseminación de las responsabilidades que hasta hace muy poco tiempo concentraba el sector gubernamental, observamos cómo se abre paso el tercer sector, o sin fines de lucro, que desde la esfera privada se proyecta hacia la consecución de finalidades públicas.”[1]

Asimismo no se cuenta con información actualizada acerca del volumen y características del trabajo voluntario que se desarrolla en el área de las organizaciones a las cuales nos estamos refiriendo. Por ello y en coincidencia con el Año Internacional de los Voluntarios, 2001 [2] se estimó oportuno llevar a cabo esta indagación, paralela y complementaria a la de las ONGs.

Por otra parte los resultados del presente proyecto contribuirán eficazmente a la actualización de la base de datos de los organismos específicos de las áreas estatales y de las organizaciones participantes. La realización operativa del presente proyecto será llevada a cabo por los alumnos cursantes del 2º año de la carrera Licenciatura en Servicio Social, quienes tendrán la posibilidad de llevar a la práctica  en términos reales los contenidos desarrollados durante sus cursados. De ésta manera se estará dando cumplimiento a objetivos de la asignatura Teoría y Práctica de Áreas y Recursos en Servicio Social.

Se espera que al finalizar la tarea los alumnos estén en condiciones de organizar la información existente acerca de las ONGs y conformar un esquema conceptual acorde a la formación e incumbencias profesionales.

Este proyecto se desarrollará simultáneamente en la ciudad de Neuquén, Provincia del Neuquén y en la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro con la colaboración del Consejo Social de la Municipalidad de esa ciudad. En el relevamiento de información de ésta ciudad participaran los alumnos que cursan la carrera en la sede de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

Esta posibilidad de realizar la caracterización en dos localidades de distintas provincias del Alto Valle del Río Negro y Neuquén, otorga a la tarea un valor extra en cuanto permitirá comparaciones y evaluaciones de similitudes y diferencias.

Este trabajo será ofrecido a organismos del sistema de la ONU, en colaboración a las distintas tareas que llevan a cabo los organismos locales.

Determinación de actividades

Especificación de las Técnicas a utilizar.

La técnica para recoger la información, consistirá en la realización de un cuestionario a través de entrevista, la cual será concertada con anterioridad.
La información recogida será tabulada en una primera instancia en forma parcial a cargo de cada una de las comisiones de alumnos, para luego integrarla en un cuerpo único.
Posteriormente los datos serán cargados en un programa de base de datos para su tratamiento informático.

Recursos:

Humanos: Alumnos de Neuquén (85) y General Roca (70) y cuerpo docente de la asignatura Teoría y Práctica de Áreas y Recursos en Servicio Social. Asesoría del Consejo de la Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Neuquén. Consejo Social de la municipalidad de General Roca.

Materiales: Impresión de cuestionarios, a cargo Municipios involucrados.

Técnicos: Equipamiento informático de la Municipalidad de Neuquén.

Financieros: Gastos corrientes a cargo de los ejecutores.

Cronograma de las actividades

Encuadre teórico:

Organizaciones no Gubernamentales

Antecedentes:

Fundamentalmente a partir de los años ’80 se manifiesta con mayor énfasis la transformación del Estado, que paulatinamente abandona sus funciones de regulador y reparador de los desequilibrios sociales, a un estado neoliberal que realiza fuertes ajustes en las políticas sociales afirmadas en las críticas realizadas al anterior modelo de estado. Tomando a Galeano Baena, L. y Alt. [3] ,  “Bertha Álvarez Miranda [4] clasifica las críticas con base en  cuatro argumentos fundamentales a saber:

1. La relación funcional entre política social y crecimiento económico con libertad de mercado; frente a esto, tanto los neomarxistas como los neoliberales acusan al Estado de frenar el crecimiento económico con su política social.

2. Como administrador de los recursos, se tacha al Estado de despilfarrador e ineficiente por el uso de una racionalidad equivocada e ineficiencia burocrática.

3.  Como tercer argumento la autora presenta la forma como el Estado cumple su  objetivo de estabilizar la democracia: se le critica el debilitamiento producido por el intercambio de beneficios por votos, la irresponsabilidad fiscal y la saturación  del  sistema por la cantidad de demandas ejercidas frente a la política de satisfacción de necesidades.

4.   Y por último, frente al modelo de sociedad más igualitario, afirma que la política social rompe con la responsabilidad individual, familiar y comunitaria, creando clientelismos empeñados en mantener las diferencias que le son más convenientes e individuos y colectivos dependientes.

El Estado de Bienestar tiene que manejar dos lógicas contradictorias la maximización de los beneficios económicos del capital, que permita una reactivación de la producción y  del empleo y  la satisfacción de las necesidades, que posibiliten la creación de un clima de paz.  Esa es su razón de ser, por lo tanto, tiene que estar dirigido al fortalecimiento económico que permita a su vez  incidir positivamente en la calidad de vida de la población.

Su crisis, sin embargo,  ha sido previsible por  cantidad de críticos que advirtieron el aumento desmedido del gasto para respaldar dichas políticas, por el aumento de la población, el crecimiento de los costos de los servicios básicos especialmente la salud,  incrementados con los adelantos tecnológicos y la imposibilidad de los gobiernos para crecer los respaldos en la misma medida, sin afectar el crecimiento de la economía.

La crisis fiscal ha cobijado a todos los países, no sólo a los en “en vías de desarrollo”,  lo que lleva necesariamente a tener que hacer  algunos planteamientos que modelen  la acción estatal, dirigidos a disminuir sus gastos de funcionamiento y la burocracia, inspirada ésta última en la  función de empleador asignada al Estado; recortes en el funcionamiento de las entidades del gobierno y las particulares arrojando incremento en los índices de desempleo estructural, condición fundamental de atención en el Estado de Bienestar, representada en la premisa del pleno empleo.” 

Esta crisis del estado de Bienestar de los años ’80 “crisis que el proceso de globalización acentuó al aumentar la competitividad internacional y reducir la capacidad de los Estados nacionales para proteger sus empresas y a sus trabajadores. Esta crisis ha llevado al mundo a un generalizado proceso de concentración de la renta y a un aumento de la violencia sin precedentes, pero también ha incentivado la innovación social en la resolución de los problemas colectivos y en la propia reforma del Estado.

Una de las innovaciones fundamentales, se vincula a la importancia que crecientemente adquieren las formas de propiedad y de control social públicas no estatales, al punto que es posible presumir que el siglo XXI será el siglo donde lo público no estatal pueda constituirse en una dimensión clave de la vida social. El Estado Social-Burocrático ha sido dominante durante el siglo XX: social, porque buscaba garantizar los derechos sociales y promover el desarrollo económico; burocrático, porque lo hacía a través de un sistema formal-impersonal basado en la racionalidad instrumental para ejecutar directamente estas funciones sociales y económicas a través del empleo de servidores públicos. En el inicio del siglo, este tipo dc Estado constituyo la única forma de acción disponible para hacer frente a la crisis del Estado Liberal. Era la forma que garantizaba el proceso de acumulación de capitales a los países de industrialización tardía. Además, era la forma por medio de la cual los derechos sociales podían ser protegidos. Pero con el Estado Social-Burocrático se hizo también dominante el corporativismo, tanto como los problemas del burocratismo. Fue este Estado, ineficiente y capturado por intereses particulares, el que entro en crisis en los años '70. [5]

En la misma época en que se hace evidente la crisis del modelo social ­burocrático del Estado y en que la globalización exige nuevas modalidades, más eficientes, de administración pública, crecía la importancia de una forma no privada ni estatal de ejecutar los servicios sociales garantizados por el Estado: las organizaciones de servicio público no estatales, operando en el área de oferta de servicios de educación, salud y cultura con el financiamiento del Estado. Por otro lado, la misma crisis, convergiendo con la de carácter más estrictamente político, revelaba la necesidad de formas de control social directo sobre la administración pública y el propio Estado.

El sector productivo público no estatal es también conocido por "tercer sector", "sector no gubernamental" o "sector sin fines lucrativos". Por otra parte, el espacio público no estatal es también el espacio de la democracia participativa o directa, es decir es relativo a la participación ciudadana en los asuntos públicos. En este trabajo se utilizará la expresión "público no estatal" que define con mayor precisión lo que se trata: son organizaciones o formas de control "público" porque están volcadas al interés general; son "no estatales" porque no forman parte del aparato del Estado, sea porque no utilizan servidores públicos o porque no coinciden en los agentes políticos tradicionales. La expresión "tercer sector' puede considerarse también adecuada en la medida en que sugiere una tercera forma de propiedad entre la privada y la estatal, pero se limita a lo no estatal en cuanto a producción, no incluyendo lo no estatal en cuanto a control. La expresión "no gubernamental" es un anglicismo, que refleja una confusión entre Estado y gobierno; finalmente, la expresión "sin fines lucrativos" adolece de límites porque también 1as organizaciones corporativas no tienen fines lucrativos, sin que por ello sean necesariamente públicas. Lo que es estatal es, en principio, público. Lo que es público puede no ser estatal, si no forma parte del aparato del Estado.” [6]

Siempre ha existido, aunque con flujos y reflujos, una forma de propiedad que no es estatal ni es privada: las asociaciones de individuos que satisfacen necesidades colectivas sin que medie un sentido de propiedad entre sus miembros. De hecho, estas asociaciones, que suelen ahora agruparse bajo la expresión de "tercer sector ", han tenido un crecimiento vertiginoso en las tres últimas décadas también en América latina (véase Fernandes, 1994). ,

Las razones que pueden esgrimirse para explicar el auge que adquiere actualmente la propiedad pública no estatal son múltiples y algunas incluso contradictorias. Una fundamental, sostenida desde el campo de sus defensores (véase Capella, 1993; Fernandes, 1994; Stiefel y Wolfe, 1994) es relativa a la demanda de autoorganización social, En sí, parte de las prácticas que se desarrollan lo hacen no sólo para enfrentar déficit y/o vacíos dejados por el Estado o el mercado, sino a partir de un proyecto de contención de la influencia de ambos sobre la vida social. Su propósito expreso es, pues, la constitución de ámbitos públicos voluntarios de interrelación social, capaces de autodeterminarse. Sin embargo, parecieran también incidir en el desarrollo del sector público no estatal tas recientes políticas gubernamentales y multilaterales que con el trasfondo de la crisis fiscal, promueven la transferencia de acciones hacia las ONGs, entre otras a través de amplias exenciones y/o subsidios (véase Brudney, 1990). Por otra parte, también se afirma que las modificaciones tecnológicas en curso y el nuevo régimen de acumulación, con su incidencia en los cambios en la sociedad basada en el trabajo y la sustitución de empleos por actividades, estarían abriendo una oportunidad para el tercer sector (véase Ribeiro, 1997).

Cualquiera que sea el caso, un asunto crucial que cabe acá relevar es que, la existencia de una forma de propiedad no estatal encuentra un importante fundamento en ventajas que ella tendría tanto sobre la propiedad pública estatal como sobre la privada, ventajas tales que pueden redundar en la maximización de los derechos sociales, vía prestaciones de mayor diversidad y calidad. En tal sentido, es preciso destacar que la diferencia, crítica que deslinda la propiedad pública no estatal respecto de la privada es que mientras ésta implica la acumulación de capital para ganancias privadas, aquélla existe para servir un bien público. Por otra parte, compartiendo este mismo propósito con las entidades estatales, se distingue de ellas en que son ciudadanos privados, voluntarios y no políticos electos los responsables por crear estas agencias, adoptar sus políticas y seleccionar a su personal (Corman, 1987: 100).

Conceptualización:

A los efectos del presente trabajo, consideramos Organizaciones no Gubernamentales a aquellas organizaciones no estatales, que persiguen objetivos de interés público. “Lo público, entendido como lo que es de todos y para todos, se opone tanto a lo privado, que está volcado para el lucro o para el consumo, como a lo corporativo, que está orientado a la defensa política de intereses sectoriales o grupales (sindicatos o asociaciones de clase o región) o para el consumo colectivo (clubes). A su vez, dentro de lo público puede distinguirse entre lo estatal y lo público no estatal.” [7]

A las organizaciones que nos referimos se le reconocen las siguientes funciones:

1.      De producción o formas de propiedad.

2.      De control social sobre la esfera pública estatal.

3.      Expresión de democracia directa.

A los efectos de precisar el universo de organizaciones a las cuales nos referiremos a los fines del relevamiento propuesto tomaremos una definición estructural-operacional, la que ha sido desarrollada dentro del Proyecto Internacional Comparativo de la Johns Hopkins University, y citada por Thomson, 1995. Parte de la estructura básica y el modo de operación de las instituciones.

Una primera aproximación de las que conformarían el "tercer sector" cumplirían, en algún grado, con siete características principales:

1.      Formales: deben tener algún grado de institucionalización. Si no es a través de un certificado o registro legal, la formalidad puede demostrarse a través de, por ejemplo, encuentros regulares o reglas de procedimiento.

2.      Privadas: no deben ser parte del aparato de gobierno ni deben estar dirigidas por mesas directivas dominadas por agentes gubernamentales. Esto no significa que no puedan recibir importantes aportes gubernamentales, o que agentes gubernamentales no puedan sentarse a sus mesas directivas. [8]

3.      Sin distribución de beneficios: pueden acumular excedentes, pero éstos no deben redistribuirse entre sus socios o directores, sino que deben ser reinvertidos en relación a los objetivos básicos de la organización.

4.      Autogobernadas: deben poseer sus propios procedimientos internos de gobierno, y no estar controladas por entidades externas.

5.      No comerciales: no deben estar organizadas principalmente para objetivos comerciales. Esto no significa que no puedan obtener ganancias de sus actividades.

6.      No partidarias: no deben estar primariamente comprometidas en promover candidatos políticos. Esto no significa que no puedan embarcarse en actividades políticas no partidarias.

7.      Voluntarias: deben incluir algún grado significativo de participación voluntaria. Esto no significa que la mayoría de su personal deba ser voluntario, o que la mayor parte de sus ingresos provenga de donantes.

Conviene aclarar que en un trabajo reciente los autores de la propuesta reducen a cinco las condiciones, quedando por lo tanto las siguientes:

1.      Tener una estructura formal.

2.      Tener carácter privado.

3.      No distribuir los excedentes generados por la actividad.

4.      Contar con autonomía para decidir sus actividades.

5.      Utilización del voluntariado en sus actividades (vale con que reciban donaciones voluntarias). [9]

A los fines presentes utilizaremos el primer listado consignado y a los efectos que se derivan de la falta de criterios unívocos en la conceptualización de las Organizaciones no Gubernamentales.

Alternativamente a estas organizaciones se las inscriben dentro de diferentes ámbitos denominados con distintos nombres y presuponiendo que son sinónimos, tales como Tercer Sector, Economía Social, Economía Alternativa, Economía Solidaria, Sector No-lucrativo, Sector Voluntario, Sector Intermediario, Sector Emergente.

Consideraciones de índole ideológica:

La valoración de este difuso espectro de organizaciones denominado tercer sector, cuyo contorno no nos resulta sencillo delimitar  pero cuya definición, por contraste  se establece con relación al Estado y al  Mercado, quedará indudablemente supeditada al marco ideológico-valorativo de cada cual, producto siempre de una consideración política  (entendiendo este concepto como la conjugación teórico-práctica alrededor de aspectos tales como la Sociedad que se pretende, el poder, los intereses –básicamente)  Y en ese sentido los dos conceptos contrastados (Estado y Mercado)  fueron, son y serán también objeto de reflexiones similares.  Entendemos que previamente  a esta valoración, la propia configuración  y las peculiares formas, que la materialización de dichos conceptos adquirió en cada contexto histórico, han sido sin duda resultado del interjuego político.

Ahora bien; la pregunta que se nos impone es si el hecho de que se acepte la conceptualización “tercer sector”como alusivo a un conjunto de organizaciones nos coloca ya en una posición ideológica concreta, depositarios de una intencionalidad política implícita  ó si por el contrario interrogarnos acerca de ella nos ubica en posición contraria.  Y por qué la pregunta, pues bien  porque desde alguna perspectiva se plantea que tal denominación es un “eufemismo”de quienes pretenden esconder que el llamado proceso  de “tercerización” de la Economía  (acentuado en los últimos años) en el marco del encumbramiento del modelo neoliberal implica, en países como el nuestro, privatizaciones encubiertas,  ó que detenerse a analizar el desempeño de ciertas organizaciones de este “sector”da por sentado la aceptación del abandono por parte del Estado de ciertas funciones que debieran y otrora fueron de su  competencia  (ahora delegadas en estas organizaciones.). O que la estimulación discursiva y financiera para la proliferación de este tipo de organizaciones por parte de ciertos gobiernos y organismos internacionales de crédito ya lo dice todo. De la misma manera que desde otra perspectiva el hacernos preguntas acerca de este “remozado”sector nos pueda  endilgar  la irresponsabilidad de poner en duda el derecho a un ejercicio más pleno de la ciudadanía que la participación en organizaciones de este sector implicaría

Finalmente lo antedicho no pretende  jugar a la “asepsia” política, ciertamente no somos imparciales ni entendemos poder serlo, (y mantenemos de hecho posicionamientos no homogéneos al interior de la cátedra) solo acordamos  y queremos dejar explicitado  que  quizás las posiciones ejemplificadas aunque transitando carriles ideológicos antagónicos, y podamos acercarnos a unas y no a otras, la intención de  subsumir  este fenómeno en esas “tesis” promueve  dos tendencias que quisiéramos evitar: las generalizaciones y los reduccionismos.

Criterios de selección de las unidades de análisis:

Los criterios utilizados al seleccionar las organizaciones que incorporaremos al presente estudio, responden a la conceptualización expresada en páginas 7-8, acerca de las características principales señaladas en el estudio desarrollado por la Johns Hopkins University.

Por tal motivo  las siguientes organizaciones no serán consideradas:

Fundaciones, Colegios Profesionales, Comisiones Vecinales, Obras Sociales, Asociaciones Gremiales (empresariales y de trabajadores), Clubes Deportivos, Organizaciones religiosas y partidos políticos.

Un segundo criterio está referido al área geográfica de cobertura, es decir en este trabajo serán consideradas las organizaciones de las ciudades General Roca, Provincia de río Negro y Neuquén, Provincia del Neuquén.

Voluntariado

“aquella serie de personas que, voluntaria y solidariamente, deciden prestar una parte de su tiempo y de sus facultades en beneficio de otros semejantes que lo necesitan en organizaciones y programas de acción social y sin recibir las contribuciones habituales en el mercado”. [10]

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